Alejandro Peza
El ayuntamiento de Othón P. Blanco reveló una serie de irregularidades en la construcción del nuevo rastro de la ciudad de Chetumal.
El regidor José Luis Murrieta Bautista, presidente de la comisión de rastros y mercados, señaló la mala construcción del matadero y serias deficiencias en el equipamiento.
“Al momento de poner el rastro en operatividad descubrimos varias deficiencias y vicios ocultos de esta obra y cuyas fianzas ya habían concluido para reclamar”.
El rastro municipal fue remodelado en el año 2018 y en donde se invirtieron 18 millones de los cuales seis millones de pesos fueron aportados por el ayuntamiento y doce millones de pesos por el Fideicomiso de Riesgo Compartido.
Estas deficiencias ocasionaron que inspectores de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios cerraran el rastro.
El dictamen de la inspección reveló que las instalaciones no cumplen con las mínimas medidas sanitarias además de que se detectaron irregularidades en su operación que ponen el riesgo de los consumidores.
El titular de la Coordinación Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Miguel Ángel Pino Murillo, confirmó que tales irregularidades se confirmaron durante una inspección sorpresa.
En el rastro se hallaron condiciones de insalubridad, manejo inadecuado de los animales y los productos, descomposición de desechos y hasta fauna nociva.
La Cofepris advirtió que el rastro permanecerá cerrado hasta que se solvente todas las observaciones.
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