Alejandro Peza
El Diagnóstico de la Situación de las Mujeres Privadas de la Libertad en Quintana Roo 2020, elaborado por la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo (CDHEQROO), confirmó que hay reclusas que son obligadas a prostituirse y otras han preferido callar sobre esta situación por temor a represalias y no poner en riesgo su vida.
El diagnóstico se presentó en noviembre pasado para conocer las condiciones en que se encuentran las mujeres privadas de la libertad a fin de elaborar políticas públicas que permitan garantizar sus derechos humanos al interior de los penales del Estado.
Como parte de la encuesta, a 100 reclusas, se consultó si las obligaban a prostituirse, y todas respondieron que “no”. Sin embargo, al cuestionarlas acerca de quién las obligaba, hubo una que respondió “Otros reclusos”. Seguidamente se les preguntó si se prostituían “por voluntad “propia” y dos respondieron que “sí”.
Asimismo, el 50 por ciento prefirió “no contestar” esta pregunta, lo que deja entrever que pueden ser más las mujeres que son víctimas de esta situación, pero prefieren callar para evitar represalias que puedan poner en riesgo su integridad física, incluso su vida.
De la misma forma, se les consultó acerca de la violencia sexual dentro de las cárceles y, de igual manera, la mayoría respondió que “no”.
En tanto cinco respondieron que “sí”, dos indicaron que el abuso sexual había sido a través de “tocamientos a sus partes íntimas”, una por “penetración vaginal” y la última por “Penetración anal”.
Sin embargo, el organismo lamentó que se pretenda manipular el informe para revictimizarlas ya que en lugar de contribuir en la mejora de sus condiciones solamente las difaman y estigmatizan y causan afectaciones a sus familias.
De hecho, esta mañana, el presidente del organismo, Marco Antonio Toh Euán ofreció una conferencia de prensa en donde reiteró que retomarán las visitas del personal de la CDHEQROO al menos una vez por semana para atender las inquietudes de las reclusas.
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