El filtro de control será instalado de nueva cuenta en la comunidad de La Unión, Ribera del Río Hondo.
Tendrá dos funciones: la contención del COVID-19, que se ha agudizado en el Sur de Quintana Roo, y cerrar el paso a la delincuencia, porque en las últimas semanas en el tramo que conduce a José Narciso Rovirosa, opera una célula dedicada al robo con violencia, cuyos integrantes se transportan en motocicletas.
Por la elevada incidencia de coronavirus, Othón P. Blanco fue decretado en “rojo” por el semáforo epidemiológico. Ayer la Secretaría Estatal de Salud (SESA) registró mil 231 casos positivos y 48 muertes. Solo resta el 25 por ciento de la capacidad hospitalaria para el tratamiento de pacientes con COVID-19.
Ejidatarios de La Unión acordaron instalar de nueva cuenta el filtro sanitario levantado el pasado 8 de junio, indicó A. T. G.
Se pretende controlar el acceso a la comunidad. Únicamente pasarán sus habitantes y proveedores de insumos debidamente “desinfectados”.
Así se impedirá el ingreso del virus a la comunidad, la cual hasta ahora se mantiene sin casos.
El filtro incluirá partes del Río Hondo a través de las cuales cruzan mexicanos y beliceños en lanchas.
Pero con él también se bloqueará a la delincuencia de alta peligrosidad registrada en las últimas semanas, responsable de los robos violentos a comerciantes, principalmente en el tramo carretero que comunica con Javier Rojo Gómez.
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