Este lunes se cumplen 19 años de la aprehensión del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid

Alejandro Peza

Este lunes se cumplen 19 años de la aprehensión del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Ernesto Villanueva Madrid.

Desde el inicio el ex gobernador asegura que su arresto es una venganza política encabezada por el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León.

Se le imputaron los presuntos delitos de delincuencia organizada, narcotráfico en calidad de fomento y operaciones con recursos de procedencia ilícita, al servicio del Cartel de Juárez, dirigido por Amado Carrillo Fuentes, mejor conocido como «el señor de los cielos».

Desde su detención, el ex gobernador de Quintana Roo ha estado recluido en 10 cárceles diferentes, tanto de México como Estados Unidos.

Esta situación es catalogada como un artificio político pues Alcides Ramón Magaña, alias «el metro»; y Juan Esparragoza, «el azul»; que eran parte del proceso judicial, ya fueron exonerados de los cargos imputados.

Aproximadamente a las 21:20 horas del 25 de mayo del 2001, el ex gobernador de Quintana Roo se transportaba en un vehículo compacto por la Avenida Tulum en Cancún, cuando fue aprehendido por elementos federales.

Con el se detuvo al ex elemento de la extinta Policía Judicial, Manuel Jesús Chan; y al abogado Ramiro de la Rosa Bejarano, los cuales recuperaron su libertad en poco tiempo.

Según versiones extraoficiales, en el carro había un cuarto pasajero identificado como Irving Trigo Segarra, el cual fue colaborador su colaborador cuando fungió como presidente municipal de Benito Juárez y después se convirtió en testigo protegido.

Dicho elemento desapareció 22 días después de la detención del ex gobernador de Quintana Roo, cuya gestión fue entre 1994 y 1999. Aunque se le perdió el rastro el 27 de marzo, a días antes del Cambio de Poderes, que en ese entonces era el 5 de abril.

Al ser detenido, Villanueva Madrid usaba barba y cabello lacio. En la unidad en la cual se transportaba había una computadora personal con «disckets» y 143 mil pesos.

Fue trasladado al al Penal de «la Palma», con base a la orden a aprehensión girada por el Juzgado IV de Distrito Penal del Distrito Federal con causa penal 45/99, fundamentada con más de 50 acusaciones.

El proceso fue desarrollado por el entonces subprocurador general de la República, Mariano Hernán Salvatti, quien después se convirtió en su defensor y antes de fallecer hizo saber que se le presionó para imputar y recluir en prisión al ex gobernador de Quintana Roo.

El 20 de junio del 2007 el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales del Estado de México le absolvió por el delito de narcotráfico, sin embargo fue reaprehendido cuando salía del «altiplano» y trasladado al Reclusorio Norte del Distrito Federal, por una orden de extradición solicitada por el Gobierno de Estados Unidos.

El 4 de junio del 2008, el Tribunal Unitario del Estado de México le condenó a 36 años y nueve meses por delitos de narcotráfico y «lavado de dinero» por 100 millones de pesos. En este proceso se involucró pero sin llegar a prisión, al ex presidente municipal de Benito Juárez, Rafael Lara y Lara; y al ex secretario de Finanzas, Edgar Chejín Pulido.

No obstante, la sentencia fue combatida y se logró su reducción a 28 años.

Sin embargo, el 8 de mayo del 2010, mientras su hijo, Carlos Mario Villanueva Tenorio, recibía la constancia que le acreditaba como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia Municipal de Othón P. Blanco; fue extraditado a Estados Unidos, donde la Corte Federal de Distrito Sur de Nueva York le juzgaría por supuestos delitos contra la salud y asociación delictuosa.

Allí se registró un incendio en la cárcel y el ex gobernador quedó expuesto y casi muere pues quedó atrapado e inhaló humo, toda vez que padecía asma. Fue rescatado a tiempo.

Posteriormente en juicio se declaró culpable del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, por 19 millones de dólares, producto de sus nexos con el Cartel de Juárez.

Se le restaron 13 cargos y su condena fue de 22 años y 11 meses.

El 18 de enero del 2017 retornó a México y fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Psicosocial (Ceferepsi) de Morelos.

Tras batallas legales, el 6 de junio logró su traslado al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal.

El ex gobernador de Quintana Roo, quien durante parte de su encierro se dedicó a estudiar y hace 11 años logró el título como abogado; manifestó no tenía ninguna intención de vengarse. Sin embargo declaró que políticos como Manlio Fabio Beltrones Ribera y Roberto Madrazo Pintado, le abandonaron a su suerte.

De sus ex colaboradores también sufrió traiciones, sin embargo hubo otros como Deysi Baeza, Óscar García, Ricardo Marín y el difunto Fernando García Zalvidea, los cuales se negaron a declarar en su contra y fueron a prisión, por delitos «inventados».

Desde el 23 de junio del 2018 permanece en conocida clínica particular, a consecuencia de padecimiento prostático, EPOC y deficiencias renales.

Dos meses después le fue negado el beneficio de prisión domiciliaria, que según su defensa ya merece por exceder los 70 años y presentar salud degenerada.

El 15 de noviembre del año pasado logró un amparo que impidió su traslado de nueva cuenta al Ceferepsi de Morelos.

Ahora la esperanza del ex gobernador de Quintana Roo, de recuperar su libertad, está en el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

En entrevista a Chaktemal Informa, Villanueva Madrid sostuvo que todo el expediente en su contra se basa en elementos falsos.

Recordó que su entrega había sido pactada. Estuvo prófugo dos años pues, según información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en ese entonces había un grupo de Gafes tenía instrucción de secuestrarle y asesinarle.

«Teníamos que esperar a que concluyera el sexenio de Ernesto Zedillo… Con la llegada de (Vicente) Fox acordamos mi entrega a cambio de un juicio con base a la Ley… Pero no convenía a la PGR fuera así y todo lo cambiaron», precisó.

Inclusive, existe un libro publicado después por Irving Trigo Segarra, en el cual reconoce como fue presionado para entregar al ex mandatario estatal y que las imputaciones de los cuatro testigos protegidos son falsas.

El próximo 2 de julio el ex gobernador de Quintana Roo cumplirá 72 años.

Afirmó que pese a lo que ha vivido no se rinde y confía obtendrá el indulto.

El Poder Legislativo Local ha retomado esta petición.

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