Sectores rechazan iniciativa de cobro por el servicio de recoja de basura en el municipio de OPB

Alejandro Peza

La iniciativa de cobro por el servicio de recoja de basura en el municipio de Othón P. Blanco ha generado polémica y reclamos de varios sectores de la comunidad.

La regidora de Acción Nacional, Cintia Millán Estrella señalo que no se tomó en cuenta la opinión de la población por lo que votara en contra de la iniciativa.

“Hay razones suficientes para votar en contra pues hay un incremento desproporcionado de impuestos en el caso de la recoja de basura que sabemos va del 20 al 500 por ciento, además hay incrementos de impuestos en guarderías, kinders, y escuelas particulares donde hay un aumento del 120 por ciento pero además no hay un análisis a fondo que respalde estos incrementos”.

El dirigente de la Canaco Chetumal, Eloy Quintal también se manifestó en contra del cobro por la recoja de basura.

“En caso de imposición, conforme a la Ley Federal de Cámaras Empresariales, nos reservaremos el derecho de acudir al amparo, pues existen procedimientos en el marco federal que regulan la proporcionalidad en el aumento en los incrementos de las tarifas de impuesto y derechos, que contrastan con el cero crecimiento económico municipal y el aumento inflacionario local».

El dirigente empresarial explicó que la propuesta de la Ley de Ingresos del Municipio de Othón P Blanco para el ejercicio fiscal 2020 agrega nuevos impuestos como el Saneamiento Ambiental por medio del cual pretende el gobierno municipal obtener 20 millones de pesos, en tanto que pretende aumentar su recaudación también por el servicio de recolección, transportación, tratamiento y destino final de residuos sólidos, cargándole la mano a abarrotes, minisúper, tiendas, escuelas particulares, centros recreativos, carnicerías, bares, y bancos que pagarían de 22 a  230% más por los servicios y pagos municipales.

Eloy Quintal, comentó que el gobierno municipal de OPB está imponiendo derechos y aumentado tarifas solamente para ajustarse a sus necesidades presupuestales, sin ningún programa que otorgue certeza a la sociedad del buen uso de los recursos que pretenden recaudar.

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