La Directora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), María Elba Carranza Aguirre aclaró la situación en torno a que la madre de una niña con cáncer la acusó de haber brindado malos tratos en el albergue Caminemos Juntos y aseguró que nunca hubo maltrato de su parte.
La semana pasada, Cecilia Arreola, madre de la menor detectada con leucemia señaló que por su condición de pobreza, no podía pagar los 20 pesos que el albergue pide para poder ocupar un cuarto y que su hija tomara un descanso antes de recibir su quimioterapia.
“Lamentamos mucho que haya habido esa percepción sobre el albergue, entendemos que cuando una persona está pasando por una situación de cáncer, uno está mucho más sensible y supongo que la persona se sintió ofendida de alguna manera cuando se le explicó que había que pagar una cuota, aunque no es obligatoria”, refirió la directora del DIF.
Este lunes, Carranza Aguirre aseguró que se trató de un mal entendido, pues la cuota que se otorga al albergue es de corresponsabilidad, que incluye un desayuno de siete a 10 horas, una cena de 17 a 20 horas, y permite alojar a familias sus habitaciones.
“La idea del albergue es que cuando vienen las familias al hospital general y vienen con sus hijos, cuando terminan, vendrían con sus hijos a descansar.
Hemos estado observando que aquí hay otra mecánica en el hospital y estamos adecuándonos, pero esto no nos lo habían explicado”, destacó la directora del DIF.
Asimismo, Carranza Aguirre precisó que hace falta una mejor coordinación con el hospital general para poder brindar un mejor servicio a la población que llega a Chetumal y que requiere ocupar el albergue.
También recomienda que quienes necesiten del albergue, avisen con anticipación, pues las instalaciones no cuentan con personal las 24 horas del día, y en caso de que alguien llegue de madrugada, poder recibirlo.
“El albergue está abierto para todas las personas que tengan necesidad. Me da mucha pena que la señora se haya sentido ofendida, nunca se maltrató, porque no es un maltrato explicarle el reglamento”.
El albergue cuenta con 10 estancias o habitaciones con capacidad para cuatro personas cada uno, sanitarios, comedor, oficina administrativa, recepción y lavandería, entre otros espacios, que en total tiene la capacidad de recibir a 40 personas provenientes de otros municipios o comunidades.
Pese a que el albergue se inauguró en noviembre pasado, apenas el 1 de marzo comenzó a operar, incluso el jueves pasado se nombró como directora a Rosela Méndez Contreras.
“La situación fue que se atravesaron las vacaciones de navidad, se estaba capacitando y contratando personas para que estuvieran ahí atendiéndolo, a finales de febrero había unos detallitos que cubrir porque es una construcción nueva, porque se inauguró el edificio”, explicó la directora del DIF respecto al atraso de operación del albergue.
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