En tanto la Secretaría del Medio Ambiente (SEMA), informo que buscará revocar la concesión que fue otorgada en 2011 a favor de 12 empresas para la instalación de 16 verificentros en el estado; sin embargo se encuentran en análisis para replantear la posibilidad de que sea efectiva la verificación exclusivamente en transporte público y de carga, con la diferencia justificada en un daño ambiental y con normas que no representen meramente una medida recaudadora como se intentó durante el periodo borgista.
El subsecretario de Medio Ambiente de la SEMA, Óscar Álvarez Gil indicó que instaurar los verificentros no se trata de un tema de prevención sino que Quintana Roo afronta una mala calidad del aire que se generan a partir del tránsito en el Canal de Yucatán en donde cruza el 40 por ciento del transporte marítimo en el mundo.
“Tenemos problemas a nivel internacional porque el 90 por ciento del comercio mundial se da en esos barcos, los cuales casi usan crudo y emiten contaminación altísima. Tenemos las chimeneas aquí enfrente”.
A mediados de diciembre de 2011, la XIII Legislatura avaló la propuesta de Borge para concesionar a 12 empresas la operación de Centros de Verificación Vehicular en ocho municipios hasta por 15 años.
Las concesiones que se otorgaron de manera directa están ligadas con empresarios del centro del país, como Jorge Kahwagi y otras como Valenzuela Villalpando, demandado por intentar monopolizar el mercado de los verificentros en Estado de México y Puebla, además de haber obtenido la Notaría número 100 en Cancún al término del sexenio Borgista.
Álvarez Gil indicó que estas concesiones no están vigentes y serán revocadas porque la tecnología que pretenden usar “no es ni cercana a la que requeriremos”, y el decreto aprobado establecía el pago de un refrendo anual por el “uso, goce y explotación” de la concesión ante la Secretaría de Hacienda, el cual no se realizó.
De ingresar a un esquema de verificación, no debería de ser para un fin recaudatorio.
Añadió que el tema de calidad del aire, no sólo se atiende bajo la vertiente de los verificentros, sino que hay otros programas de corte internacional que se aplican.
“De lo que se trata, es que obliguemos a las embarcaciones a utilizar durante el trayecto otro tipo de combustible para reducir la contaminación, esperemos que en un año mejore la calidad del aire, no solo son las verificaciones”, expresó.
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