Un grupo de animalistas y autoridades del Ayuntamiento de Othón P. Blanco lograron rescatar a una perra que fue abusada sexualmente por al menos ocho personas en la colonia Centro de Chetumal. La asociación protectora de caninos presentó una denuncia ante la Fiscalía General, y aseguran que como este caso hay muchos más, sobre todo en los sitios donde hay personas en mendicidad y alcoholismo.
Magdalena Mulia Cabrera, informó que dos médicos veterinarios distintos uno de la dirección de Salud municipal y un particular confirmaron que la canina había sido abusada sexualmente en varias ocasiones.
“La perrita está bien, tiene comportamientos nerviosos por la situación y va a estar resguardada hasta que termine esto. No está en la perrera, se pidió que se resguarde en otro sitio”, explicó.
Canela estaba acompañada de un perro macho de nombre Palomo, quien también sufría maltrato por parte de los abusadores, pero le fue hallado un tumor, por lo que debe ser operado. La asociación reúne recursos para la cirugía mediante sus redes sociales.
El caso del abuso fue reportado el pasado martes en la página de Facebook del Voluntariado CAC luego de haber intervenido ante el reporte de una persona que aseguró haber visto el abuso en contra de la canina.
“La perrita ha sido violada varias veces por el dueño y amigos (…) no es justo ser tan indiferente y permitir que entre muchas cosas, suceda esto. Las autoridades no hacen nada incluso después de presenciarlo y no podemos quedarnos de brazos cruzados”, dice la misiva que ha sido compartida en redes sociales.
La rescatista resaltó que lo importante de este caso es que la persona que presenció el hecho está dispuesta a declarar, por lo que se interpuso una denuncia ante la Fiscalía General.
Magdalena Mulia aseguró que llegarán hasta las últimas consecuencias sobre este hecho que no es el único pues recordó que hace algunos años, un cachorro macho en Chetumal fue abusado y debido al daño que le fue ocasionado, tuvo que ser sacrificado, pero que no hubo sanción al agresor.
El artículo 34 de la Ley de Protección y Bienestar animal del estado establece que los actos de perversión sexual o conductas anormales efectuados por un ser humano a un animal, se considera “acto de crueldad y maltrato que debe ser sancionado”.
Sin embargo los vacíos legales han impedido que se pueda actuar sobre los casos denunciados. Las asociaciones animalistas aseguran que dicha Ley vigente desde hace cuatro años, no permite la aplicación de la justicia contra los maltratadores.
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