Un enfermero se encuentra grave luego de recibir una descarga eléctrica en el Hospital General de Chetumal

Alejandro Peza

Un enfermero se encuentra grave luego de recibir una descarga eléctrica en el Hospital General, como consecuencia de las pésimas condiciones en la que se encuentran las instalaciones y de la negligencia de las autoridades del nosocomio, a quienes ya se les había reportado los desperfectos.

Los trabajadores de la salud en el hospital reportaron en reiteradas ocasiones las anomalías a la directora, Liliana Esther López Torres y la subjefa de Enfermeros, Vilma Domínguez Itzá, así como el jefe de mantenimiento de nombre Guenadi.

De hecho, estos funcionarios realizaron un recorrido en el hospital desde hace tres semanas y además de percatarse de plafones caídos y filtraciones de agua en diversos puntos del hospital, fue detectado el mal funcionamiento de tomas de oxígeno y de succión, pero no hicieron nada para corregir los desperfectos.

El jueves cerca de la medianoche uno de los enfermeros de iniciales M.N., durante su jornada laboral y al utilizar una toma de succión, recibió una descarga eléctrica.

Pese a la descarga de 110 kilowatts, fue el propio enfermero quien se salvó de morir electrocutado, pues logró aferrarse a una cama cercana y dio un tirón. Sin embargo, tuvo afectaciones graves.

Aunque estaba en el Hospital General, el enfermero fue trasladado de urgencia a la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) de Chetumal. Su condición de salud es delicada.

El enfermero se salvó de milagro aseguran sus compañeros, pues además padece enfermedades del corazón y recientemente le dio un preinfarto.

Las autoridades del Hospital General se mantienen herméticos sobre el tema y la Secretaría de Salud (Sesa) tampoco ha fijado postura al respecto, pero ésta última también tiene conocimiento de las pésimas condiciones del nosocomio.

Los trabajadores exigen el deslinde de responsabilidades y que se realicen las correcciones a las instalaciones que, como ya se observó, no solo afectan los servicios, sino la ponen en riesgo la vida de médicos, enfermeros y demás empleados del hospital.