Pésimas condiciones en la estación migratoria de Chetumal

Alejandro Peza

La estación migratoria de la ciudad de Chetumal está considerada dentro de otras 48 estaciones migratorias de México en donde las condiciones de operación son peores que las que se reportan en las cárceles del pais.

Un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que ninguno de los 49 centros de detención de migrantes del Instituto Nacional de Migración (INM) es adecuado y 15 enfrentan una situación crítica; incluso, el estudio considera que en la mayoría de las estaciones se viven peores condiciones que en las cárceles del país.

La CNDH emitió este estudio a principios del mes de febrero de 2024 y en el que revela que ninguna de las estaciones migratorias visitadas está considerada “adecuada”, apenas 13 son “insuficientes”, 21 son “inadecuadas” y las 15 restantes enfrentan una “situación crítica”.

La CNDH entrevistó a las personas privadas de la libertad quienes en su mayoría desconocían su situación migratoria además de que ignoraban que podían regularizar su estancia en el país.

También se quejaron de sus condiciones de detención, y recopiló recomendaciones emitidas en años recientes, las cuales dan cuenta de casos de golpizas contra migrantes, falta de atención médica o psicológica, privación de comunicaciones, o ausencia de insumos básicos, como alimentación, agua o papel higiénico.

La CNDH, precisa que las estaciones migratorias y estancias provisionales tienen un diseño carcelario, con pasillos, puertas, filtros, barrotes y rejas que cierran por fuera y, en algunos casos, con candado. Por ende, son instalaciones que se asemejan a centros penitenciarios, de privación de la libertad, de control y vigilancia, y que refuerza el paradigma criminal hacia las personas migrantes.

De hecho, a menudo las condiciones resultan peores que en las cárceles, pues los reclusos de la mayoría de los centros del INM no tienen acceso a actividades educativas, culturales o deportivas, y tampoco a personal médico.

Un dato importante es que
desde que terminó la pandemia de covid-19, México vivió una explosión del fenómeno migratorio de personas provenientes de Venezuela, Cuba, Haití, Nicaragua, Colombia y Ecuador, quienes se sumaron a las decenas de miles de personas que huyen de sus países de Centroamérica para entrar a Estados Unidos.