Alejandro Peza
Habitantes de la comunidad de Chacchoben al sur del estado de Quintana Roo bloquearon por tercera ocasión la carretera federal Bacalar-Felipe Carrillo Puerto en el tramo Cafetal-Limones.
El cierre de la carretera ocurrió cerca de las 9:00 am de este martes 13 de agosto y se mantenían hasta después de las 16:00 horas.
La carretera está bloqueada con troncos, llantas y piedras, además de que ahora se conformaron contingentes de «cadenas humanas» que impiden el paso de decenas de vehículos, entre ellos camiones de volteo que prestan servicio para las obras del Tren Maya, proveedores y particulares.
Un dato importante es que
los manifestantes advierten que no cederán a sus reclamos, pues ya en dos ocasiones anteriores han sido engañados por personal de la Comisión Federal de Electricidad.
Los habitantes señalaron que desde el mes de febrero iniciaron las fallas en el suministro de electricidad y conforme pasaron las semanas, las afectaciones se intensificaron, al grado que han estado sin energía eléctrica por días, además de que la interrupción en el suministro y variaciones de voltaje han causado daños en el patrimonio de las familias.
Los más afectados son los comerciantes y micro empresarios de la comunidad, pues además de los desperfectos en sus aparatos, sus insumos se descomponen.
Los manifestantes exigen la presencia de personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para reparar los daños y no se permitirá su salida hasta se haya resarcido la problemática.
El 11 de julio pasado ocurrió el primer bloqueo, causado por lo ya expuesto, todavía el jueves pasado se dio otro y como no ha habido solución de fondo, esta mañana volvió a repetirse.
Las obras del Tren Maya han generado demanda de energía y por ende, se han agudizado estas afectaciones a comunidades del Sur de Quintana Roo.
El año pasado durante una de sus giras a Chetumal, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió que antes de concluir su gestión, se construirían dos plantas de «circuito combinado», que estarían ubicadas en Mérida y Valladolid, y resolverían el problema.
Además, se tendrían nuevas subestaciones en Polyuc, Felipe Carrillo Puerto, Buenavista y Chetumal.