Alejandro Peza
La policía española desarticuló una organización criminal internacional dedicada al tráfico de personas que operaba en España e Italia y contaban con colaboradores en Bolivia, Libia y México.
En México los principales destinos y ciudades que ocupaban estás bandas para acomodar a los migrantes se encuentran en Cancún y Chetumal, en el estado de Quintana Roo, así como Tapachula en Chiapas, Mérida, Yucatán y la ciudad de México.
La red contaba con dos ramificaciones independientes: una de ellas dedicada a la inmigración ilegal de ciudadanos de origen indio-pakistaní desde la India, pasando por Italia y España, con destino final Estados Unidos o Canadá; la otra rama estaba dedicada a la inmigración ilegal de ciudadanos de origen boliviano en España, publicó este jueves el portal madrileño Gacetín Madrid.
La actividad delictiva tenía su inicio en la captación de los ciudadanos en su país de origen, desde donde eran trasladados en avión hasta Bahréin y desde allí hasta Egipto para finalizar su viaje en Libia.
La organización se encargaba de proporcionarles los visados falsos para el paso fronterizo, así como los alojamientos en las diferentes ciudades de paso. Una vez en Libia, eran embarcados en embarcaciones pequeñas, de fondo plano usadas para el transporte de inmigrantes ilegales.
Una vez trasladados a la península italiana, la organización criminal los alojaba en la ciudad de Turín, hasta su traslado aéreo a Zaragoza o Barcelona, viaje en el que utilizaban pasaportes falsos o de terceras personas mediante el método ‘lookalike’, por el que se suplanta la identidad de una persona con la que se guarda parecido físico.
En España, las agencias de viajes regentadas por los cabecillas de la organización se encargaban de facilitar a los migrantes todo lo necesario para la continuación de su viaje hasta distintas ciudades de México, pero en particular Cancún y Chetumal en el estado de Quintana Roo y la ciudad de México.
Allí eran captados por las mafias que operan en la frontera con Estados Unidos, denominados ‘coyotes’, que procedían a su introducción en el país norteamericano como punto final de su travesía.
La facción de la organización especializada en la inmigración ilegal de ciudadanos bolivianos contaba con una estructura piramidal perfectamente diseñada con una red de colaboradores en dos niveles, pasadores y personal de logística, que se encontraban ubicados en España, Bolivia, Turquía y Egipto.
La publicación detalla que esta rama contaba con “captadores” y agencias de viaje en Bolivia que, en colaboración con las agencias ubicadas en España, se encargaban de organizar el viaje de los migrantes desde Bolivia hasta Estambul (Turquía) o El Cairo (Egipto).
En esos países eran alojados en hoteles hasta que la organización les hacía llegar pasaportes españoles de ciudadanos nacionalizados de origen boliviano que cooperaban con la organización investigada. Con esos pasaportes los migrantes viajaban a Madrid o Barcelona pasando el control fronterizo haciéndose pasar por sus verdaderos titulares, todo ello a cambio de cantidades que oscilan entre 8.000 y 10.000 euros.
Hay 77 personas detenidas entre las que se encuentran los seis líderes de la organización.
En el operativo, en el que participaron más de 200 agentes de diferentes provincias de España. Se han realizado más de 10 registros en domicilios y agencias de viaje, y se han incautado más de 500.000 euros en efectivo.
El medio español detalla que la investigación, que se inició en el año 2022, tuvo su origen en la detección por parte de los agentes de un notable incremento del flujo de inmigración ilegal por parte de ciudadanos de origen indio y la utilización de España como país de paso hacia México, con el objetivo de dirigirse a Estados Unidos o Canadá.
El operativo se realizó en coordinación con la Europol y la agencia de seguridad estadounidense Homeland Security Investigations.