Alejandro Peza
Un trabajador del Tren Maya transportó el cadáver de su compañero de trabajo a lo largo de 100 kilometros a bordo de una retroexcavadora sin que ninguna autoridad se diera cuenta de este hecho.
De acuerdo a información extraoficial, el martes por la tarde J. J. P. P. de 24 años trabajaba en el kilómetro 30 del tramo citado.
Al no percatarse cayó en un socavón y salió “disparado” de la retro excavadora que operaba. Sufrió lesiones diversas que en minutos causaron su muerte.
Su compañero intentó ayudarle, Sin embargo, no pudo hacer nada. Tampco había nadie de su cuadrilla cerca. Pidió apoyo a automovilistas, pero ninguno se detuvo.
Al ser de noche, ya desesperado subió el cuerpo a la retro excavadora con el fin de trasladarle a un hospital. Sin embargo, en el trayecto, prolongado por más de ocho horas, el temor hizo llevarle a su comunidad de origen.
Después de las 02:00 horas de ayer entregó el cuerpo a sus familiares en Sabidos, quienes le prepararían para el sepelio.
No obstante, mediante llamada anónima se informó a Emergencias 911 y elementos de la Policía Rural Estatal (PRE) acudieron y confirmaron el hecho.
Se dio vista al Servicio Médico Forense (Semefo) y su personal levantó el cadáver para el procedimiento de rigor.
El dictamen preliminar arrojó que la muerte fue por traumatismo craneoencefálico y rotura de vértebras.
La retro excavadora quedó asegurada como evidencia, mientras la persona que trasladó el cuerpo en calidad de presentada.
Un dato importante es que forzosamente la maquinaría, el fallecido y el compañero de trabajo tuvieron que cruzar por al menos seis poblaciones y más de una docena de campamentos y bancos de materiales de trabajadores del Tren Maya.
Otro dato importante es que de nuevo y como ha sucedido en otros accidentes las autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantienen un total hermetismo.