Alejandro Peza
El Observatorio Ciudadano Sargazo de Quintana Roo informó que se ubicaron más de medio millón de toneladas de sargazo en camino a las costas de Quintana Roo.
En su más reciente informe el Observatorio Ciudadano Sargazo señala que «hay una gran acumulación de sargazo pelágico flotando a unos 100 kilometros al Este de las Islas Guanaja y Roatán en el Caribe Hondureño y se espera que las corrientes marinas y los vientos dominantes, lo arrastren hacia las aguas del Caribe Mexicano en un par de semanas».
El rastreo de esta gran mancha de sargazo se realiza a través del Laboratorio de Oceanografía Óptica de la Universidad del Sur de la Florida (USF).
La temporada de sargazo en Quintana Roo generalmente ocurre entre los meses de abril a septiembre, los meses con mayor presencia de sargazo suelen ser mayo, junio y julio según los años anteriores. Aunque las fechas exactas pueden variar cada año.
Una cualidad del sargazo es su facilidad para crecer, siendo capaz de duplicar su biomasa en menos de 20 días si las condiciones son favorables. Cuando las macroalgas se descomponen en la orilla consumen grandes cantidades de oxígeno, causando anoxia y emitiendo gases tóxicos como ácido sulfhídrico y metano, muy peligrosos para salud humana y responsables de la muerte masiva de muchas especies.
El exceso de nitrógeno y fósforo del propio proceso de putrefacción les sirve de abono para que crezcan más, generando lixiviados, ácido sulfídico y arsénico, sustancias responsables del pestilente y ya común olor a podrido de algunos destinos turísticos. “Otro problema es la mala disposición que se hace del sargazo, que acaba actuando de contaminante, también cadmio, plomo y otros metales pesados, así como bacterias peligrosas que contaminan el medio ambiente.