Las ciudades de Chetumal y Corozal entraron en una intensa polémica por el reconocimiento histórico de ser la “Cuna del Mestizaje”

Alejandro Peza

Un artículo publicado en el grupo de Facebook de la Sociedad Histórica de Belice ha generado debate y análisis sobre la importancia de otorgarle a Corozal el reconocimiento como «la cuna del mestizaje».

Según el artículo, en 1511 un barco español que viajaba hacia América del Sur encalló en el arrecife Los Alacranes, al sur de la isla de San Pedro, en este viajaba Gonzalo Guerrero, el español que pasaría de esclavo a líder guerrero de los mayas, levantándose contra su pueblo, por lo que habría ganado el favor del “jalach wiinik”, gobernante de Chactemal, conocido como Nachán Kan, y con este la mano de su hija, la princesa Zazil Ha, unión de la que nacerían los primeros tres mestizos de españoles y mayas.

El documento compartido añade la posibilidad de aprovechar la denominación para impulsar un potencial mercado turístico de 500 millones de mestizos en el continente americano que podrían estar interesados en visitar y conocer la historia de Gonzalo Guerrero y Zazil Ha.

Y es que por las similitudes fonéticas se ha dado por hecho que Chetumal es el lugar donde históricamente se asentaba la legendaria provincia maya de “Chactemal”, de la que los primeros españoles describieron como una zona habitada al interior de la bahía, por lo que se abrió el debate en la ciudad de Corozal, Belice, sobre ser el verdadero asentamiento de la “Cuna del Mestizaje”.

Esta situación preocupó a las sociedades históricas de Chetumal, ante el temor de que los vecinos beliceños podrían atribuirse el mérito de haber sido la legendaria «Chactemal», el lugar donde crecen los árboles rojos.

Fabián Herrera Manzanilla, cronista de la capital, comentó al respecto: «La precisión exacta de la capital de ese ‘Kuchkabal’ o Señorío Maya con el mismo nombre ha sido un tema interminable y aún polémico».

En 1986, se oficializó en el Himno a Quintana Roo la referencia a este acontecimiento, y los hermanos yucatecos, que durante muchos años han documentado la historia de la península, afirman que también estuvo en algún punto de la capital y el sur del estado. Sin embargo, hasta ahora, solo se ha destacado esta frase y la actuación de Gonzalo Guerrero desde 1974, cuando se encargó una escultura del náufrago y cautivo español.

A pesar de los murales y monumentos que representan esta historia del mestizaje, la misma no ha trascendido al plano de los hechos para convertirse en un verdadero atractivo turístico.

La zona arqueológica de Oxtankah, inaugurada hace 25 años al norte de la capital, es otro ejemplo de un sitio que no se ha aprovechado ni promocionado como debería.

La sociedad civil de la ciudad de Chetumal considera que estos son temas que deben ocupar un lugar especial en la agenda de aquellos que realmente desean reactivar la economía en el sur.