Alejandro Peza
Ejidatarios de Nicolás Bravo solicitaron la intervención de la Secretaría Estatal de Gobierno para tratar de destrabar el conflicto que mantienen los pobladores a causa de la ubicación de la estación del Tren Maya que se instalará en esa comunidad.
En noviembre pasado se aprobó ceder 120 hectáreas de terreno para el Tren Maya, pero además de la indemnización el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) acordó se construiría una estación a dos kilómetros de Nicolás Bravo.
Pero recientemente trascendió que la estación se construiría cerca de la zona arqueológica de Kohunlich, lugar dónde también se ubica un hotel del Grupo Posadas.
Lorenzo Várguez, uno de los ejidatarios inconformes advirtió que tomarán represalias porque dijo «no somos juguetes de nadie».
El ejidatario comentó que tanto las autoridades de la Procuraduría Agraria así como del Fondo Nacional de Turismo se han inclinado a favor del comisariado ejidal Gualberto Caamal Kú y han ocasionado un conflicto entre los ejidatarios.
«Somos autónomos y no somos achichincles de nadie, merecemos respeto y nos lo vamos a dar».
Expuso que «por caprichos del comisario ejidal cambiaron de lugar el paradero del Tren Maya».
Señaló que el próximo domingo retomarán la asamblea ejidal que quedo en receso para insistir en que se respete el primer lugar en donde se construiría la estación del Tren Maya.
«Lo que pedimos es que se respete el acuerdo de la asamblea para que el paradero del Tren Maya continúe en donde se determinó», concluyó.