Alejandro Peza
La constructoras INDRI y Grupo Arco Latinoamérica demolieron el antiguo edificio de lo que fue el primer Centro de Convenciones de la ciudad de Chetumal que fue construido en la década de los 80 durante la administración del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid.
Este fue el último edificio que quedaba de las instalaciones de la Feria de la Frontera Sur o mejor conocida como Expofer.
Ahí, ahora el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) construye los talleres de mantenimiento del Tren Maya.
Se trata de un promedio de 6.7 hectáreas en el que se realizaba la llamada Expofer de Chetumal y que este fue suspendida en el año 2022 por el ayuntamiento de Othón P. Blanco por falta de presupuesto.
Cercano a ese sitio se prevé que la Secretaría de la Defensa Nacional construya una estación del Tren Maya, correspondiente al Tramo 7, de aproximadamente 287 kilómetros que va de Chetumal a Escárcega.
Los tramos 6 y 7 del Tren Maya fueron autorizados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desde finales de septiembre de este año, los cuales son los más caros y los que menos avance tienen respecto del resto del proyecto.
El Tramo 6, al que corresponde los talleres de mantenimiento, tiene una longitud de 250.8 kilómetros entre las ciudades de Tulum y Chetumal, lo cual implica que la superficie de afectación de selva por derecho de vía y obras será 1 mil 582 hectáreas, de las cuales 1 mil 459 son consideradas como terrenos forestales para cambio de uso de suelo, es decir, 92.22% respecto del total del proyecto.
Tendrá una doble vía, apta para tráfico mixto de pasajeros y carga, con velocidades de proyecto máxima de 160 kilómetros por hora para trenes de viajeros y mínima de 85 kilómetros por hora para los trenes de mercancías.
El Fonatur calcula que los tramos 6 y 7 tendrán un costo previsto de 124 mil 286 millones de pesos de manera conjunta.
El Tramo 6 tendrá una inversión de 70 mil 173 millones de pesos, mientras el 7, de 54 mil 093 millones.