Alejandro Peza
El cadáver de una ballena mordido por tiburones recaló en las playas de Mahahual, se trata de un hecho inédito, informó la Asociación Civil Proyecto AAk Mahahual.
Los restos del ejemplar sorprendió a pobladores y pescadores del lugar, quienes lo hallaron entre el sargazo que “inunda” las costas de la Gran Costa Maya.
De acuerdo a la organización esta especie “difícilmente se acerca a las costas por su tamaño” y agregó que cuando estaba vivo era un gran depredador, que ahora es parte de la cadena trófica.
“La cadena trófica (del griego trophos, alimentar, nutrir), describe el proceso de transferencia de sustancias nutritivas a través de las diferentes especies de una comunidad biológica, en la que cada una se alimenta de la precedente y es alimento de la siguiente”, indicó.
Los expertos indicaron que debido al avanzado estado de descomposición, es difícil determinar las causas de la muerte de la ballena.