Alejandro Peza
El nuevo presidente del Ejido manifestó que no perseguirá a nadie que le antecedió, pero advirtió que no responderá por actos ilegales que no cometió.
El ejido Calderitas limita con la ciudad de Chetumal y es de relevancia debido a que en sus tierras se han construido nuevos asentamientos irregulares como son las colonias Antorchistas-Ecosur, los polígonos de la Costera y el tiradero a cielo abierto de Chetumal.
En asamblea prolongada por más de seis horas, Mario Jesús Uh Villanueva obtuvo el triunfo en la elección del presidente del Comisariado Ejidal de Calderitas, con 204 votos, de un total de 533 asistentes.
También participaron Bernardino Salazar Morales, mediante la Planilla Roja y fue respaldado por 67 ejidatarios; Severa Poot Rodríguez, de la Blanca, con 66 votos; por la Amarilla contendió Álvaro Alonso Angulo, que alcanzó 75 respaldos y; Sergio Chávez Salgado, avalado por 98 sufragios.
Mario Jesús Uh Villanueva sucederá a Juan Carlos Poot Uh y asumirá funciones el 21 de julio y estará en el encargo por tres años.
Tras la asamblea promovió la unidad en el ejido y señaló que no perseguirá a ningún antecesor.
“No vamos a tener tiempo de perseguir a nadie, vamos a trabajar, pero si no pagaremos por ninguna culpa que no cometimos y si la hay, que le asuma el responsable”, sentenció.
Expuso que al asumir funciones conocerá a fondo la problemática de la Colonia Antorchista-Ecosur, porque si bien está municipalizada, los predios todavía son propiedad del Ejido Calderitas.
Afirmó se concretará la solventación por el pago de los terrenos, cuyo valor es desconocido actualmente.
Los polígonos de la Costera de Calderitas es otro pendiente por atender, pues hasta ahora los ejidatarios no han recibido la indemnización correspondiente.
Otro tema toral es el tiradero a cielo abierto de Chetumal, porque además de representar problema de salud pública, hay invasión al patrimonio ejidal.
Expuso que dará seguimiento a la demanda interpuesta por al aun presidente del Comisariado Ejidal de Calderitas para proteger el bien común de los ejidatarios.