Alejandro Peza
Integrantes de la Sección Nacional de Criadores de Aves de Combate (SNCAC) se reunieron con el diputado Pedro Pérez para apoyar la reforma de Ley que pretende legalizar las peleas de gallos y las corridas de toros en el estado.
El presidente de la organización de galleros, Efraín Rábago Echegoyen, pidió a los diputados locales reformar la Ley de Protección a los Animales, que contempla eliminar la prohibición de las peleas de gallos y las corridas de toros en el estado.
“El diputado presento una iniciativa que es lo que hemos estado buscando desde hace meses y venimos a fortalecer esa iniciativa con esos argumentos pues muchas personas están desesperadas pues se les acabo su trabajo”.
Efraín Rábago Echegoyen, explicó que, a diferencia de otras, el encuentro entre gallos es una actividad regulada en la que se paga impuestos, además de que hay unas 500 mil familias en todo el país que viven de este espectáculo.
Efraín Rábago Echegoyen, explicó que, a diferencia de otras, el encuentro entre gallos es una actividad regulada en la que se paga impuestos, además de que hay unas 500 mil familias en todo el país que viven de este espectáculo.
Los inconformes recordaron que alrededor de las peleas de gallos hay toda una industria que va desde laboratorios, fábricas de alimento y de navajas, así como pastores, corredores, jueces y empresarios.
Marisol Chapa, criadora de gallos de pelea dijo que, aunque los gallos mueren en algunas batallas, su expectativa de vida es de dos años y tienen una buena calidad de vidas mientras son cuidados por sus dueños.
Justificó que es parte de su naturaleza ser violentos, pues incluso dijo que esto es observable en estudios realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Es su naturaleza. Nosotros no los obligamos a pelear, y no hay ninguna crueldad, por eso se les aísla después de seis meses de nacidos, porque se matan entre ellos”, aseguró.
Alertó que, si los diputados no aprueban la reforma de ley, lo único que van a provocar es que esta actividad caiga en la clandestinidad, pues “de ninguna manera se acabará”.